miércoles, 22 de julio de 2009

NATURALEZA CAPRICHOSA

Dos gatos amigos se encontraban conversando: -Que linda noche… Si yo tuviera tu edad “pibe”, no estaría acá conversando con un viejo como yo-. El gato joven estaba perdido en sus propios pensamientos. Luego, el viejo agregó: -Estaría saltando de techo en techo, maullándole a la luna, correteando alguna que otra gatita…– y agregó de nuevo: -Si tan solo tuviera tu edad…-.
El joven seguía pensativo y nada le respondía. -¿Que te pasa “pibe”?, deberías estar feliz por el solo hecho de ser joven.- exclamó el gato viejo.
-Es que me enamoré del felpudo de la casa de allá…– contestó el joven apuntando con su garra hacia la casa en cuestión –… pero le soy totalmente indiferente. Creo que porque somos distintos… La verdad es que este asunto me tiene muy mal.- y el viejo le respondió: -¿Cómo puede ser que te guste ese felpudo si con la pinta que tenés, las mejores gatas del vecindario están a tus pies; ojalá las tuviera yo…- y el joven le contestó: -Ojalá pudiera tener tu edad para saber como conquistarlo. No sabés lo suave que es… Es de terciopelo y tiene tres colores; más lindo que cualquier gata. La verdad es que no se que hacer. Como me gustaría ser un felpudo…- y agregó: -Bueno, mejor me voy a ver como resuelvo esta situación-. Angustiado y deprimido, se alejó pensativo.
Minutos más tarde, mientras el viejo descansaba observando la luna, escuchó la frenada de un auto a unos pocos metros. Entonces, corrió lo más rápido que pudo hacia el lugar para ver que había ocurrido. Cuando llegó, vio a su joven amigo que yacía aplastado en medio de la calle. Entonces, lamentándose, le dijo: - Anhelabas ser lo que no eras para conseguir lo que no alcanzabas tener a pesar de que tenías más de lo que necesitabas; y ahora que te convertiste en un felpudo como querias, te quedaste sin nada. Porque como verás, tu amado felpudo tricolor te sigue siendo indiferente. En vano es querer ser lo que uno no es y tener todo lo que uno no tiene; naturaleza caprichosa…-. Finalmente agregó: -Adiós “pibe”, nos veremos pronto…-. El viejo comenzó a caminar, y de repente, una joven y hermosa gata se le cruzó, y entonces, se dijo a si mismo: -Como quisiera ser joven otra vez…-.

No hay comentarios:

Publicar un comentario