jueves, 23 de julio de 2009

Al pie de la letra


Aquellos pastores adobaron vivas a las vacas con ketchup y salsa barbacoa; por supuesto que ante esto, el banquete que se llevaría a cabo en la Sociedad Rural, tuvo que suspenderse.
Lo que el capataz no sabía, era que el asado se lo había encargado a dos personas tan literales, que le habían tomado la encomienda al pie de la letra.
Esclavos de su propia estupidez, volvieron a caer en la literal interpretación cuando el capataz, lleno de enojo e indignación por lo sucedido, les exclamó: “¡Muéranse, inútiles!”

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