miércoles, 16 de diciembre de 2009

Neuróticos


Ella cambió su look vistiendo colores oscuros, apagados y sin dejar a la vista parte alguna de su cuerpo, creyendo que al mostrar una imagen recatada de si misma, despertaría el deseo en él; pensaba que no le atraían las mujeres extrovertidas, llamativas ni apasionadas.
Por otro lado, él pensaba que ocultando su seria imagen estructurada y mostrando otra grotesca y extrovertida, despertaría en ella su interés por él.
Finalmente, cuando se vieron con sus nuevas apariencias, ella creyó que el aspecto excéntrico y emocionalmente inestable que él estaba dando, no sería conveniente para una relación sentimental; mientras que él, vio truncadas sus posibilidades con ella, creyendo que su nueva imagen de novicia desinteresada seria una barrera entre ambos. Ahora resignados, los dos pensaban en voz alta: “Que lástima que cambió…”

lunes, 14 de diciembre de 2009

La inevitable dama de negro


El terror que le tenía era tal, que no podía dejar de observar a la extraña dama de negro acercándosele muy a lo lejos, sin pausa pero sin prisa. Entonces, comenzó a hacer cálculos para sacar los datos precisos sobre su posición con respecto a él: calculó los segundos que había en un minuto, luego en una hora; en un día; en un año; hasta que finalmente, multiplicó la cantidad de segundos que había en un año por la cantidad de años aproximados que le restaban por vivir. Con la cifra obtenida, comenzó la cuenta regresiva sin perderla nunca a ella de vista, creyendo que de esta manera tendría todo bajo control, que sabría como manejarse en el momento del encuentro. Así, continuó contando indefinidamente los segundos hacia atrás, siempre concentrado, observándola, sin darse cuenta del error que estaba cometiendo; porque el tiempo que le quedaba por vivir y que temía perder, lo estaba mal gastando con la absurda cuenta regresiva, sin darse cuenta además, que por mas control que quisiera tener, nada podría impedir, evitar la gentil mano extendida de la muerte.

El Despertar


Después de haber crecido en la “noble, justa y civilizada” sociedad que le habían mostrado durante toda su vida y al no entender la contradicción que cada vez se le iba haciendo mas evidente, se le corrió el velo de la cara y ante una observación minuciosa, el joven se dio cuenta de que la beata imagen de la civilización moderna no era mas que una mascara que escondía un rostro indiferente, hipócrita y perverso, el cual, la única moral que ejercía era la doble moral.

él + ella = equilibrio


El tomo de ella la tranquilidad, la armonía y el beato comportamiento, imprescindibles para que su vida no se desborde; ella tomo de él la pasión, el vértigo y una pequeña dosis de trasgresión para poder alejarse de la aburrida monotonía cotidiana y de la norma que doblegaba su espíritu. El y ella eran dos polos opuestos que juntos terminaron formando una ecuación perfectamente equilibrada.

Desesperada


No era monja aunque había hecho votos de castidad; pero sin embargo, le puso fecha y hora a la perdida de su virginidad; se la pasaba haciendo cuentas, contando los días que le faltaban para el tan ansiado momento y poder sacarse el engañoso velo puritano que ocultaba su verdadero rostro libidinoso.