
Ni siquiera Darwin se hubiera imaginado que en nuestra escala evolutiva estaríamos evolucionando en un eslabón que es un ser de sangre fría e indiferente...
Dedico este espacio a todos mis seres queridos, a los aficionados y amantes de la lectura y la escritura literaria que me visitan, y en especial a mi profesor de literatura del secundario, Ignacio Romasanta, por haber fomentado en mi el gusto por la escritura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario